Querida Ministra de Educación,
Ando algo preocupado por cómo se avecina la vuelta a las aulas a partir del mes de septiembre, quedan 15 días y tras medio año de pandemia tengo la ligera sensación que seguimos en el mismo punto de improvisación que aquel complicado viernes 13 de marzo, viernes 13 cuál película de terror, y temo que a ello nos vamos a enfrentar.
El pasado 16 de agosto pude leer en sus RRSS que llevaba semanas trabajando con las comunidades autónomas para diseñar una vuelta segura a las aulas.
Cómo se puede leer en su mensaje los centros han preparado planes siguiendo las recomendaciones sanitarias... ¿cree usted señora ministra que esa responsabilidad debe recaer en los centros educativos? Sé, a ciencia cierta, que muchos de los equipos directivos no han tenido vacaciones planteando soluciones a los tres posibles escenarios, eso sí, sin recursos.
En les Illes Balears tenemos la "suerte" que nuestra Conselleria ha dotado de un docente más por aula de EI y EP que supere los 25 alumnos, un docente en cada nivel de ESO que supere los 30 alumnos y de la misma forma en Bachillerato cuando se superen los 35 alumnos en el aula. Pero es que ahora mismo, por ley, no se recomiendan reuniones superiores a 10 personas. Entonces, ¿los docentes y los alumnos son inmunes al contagio?
Además nos faltan espacios, muchos, para poder desdoblar las aulas y minimizar el número de alumnos por clase, pero los espacios requieren inversión en infraestructuras, y eso a día de hoy no está previsto. Aulas de aislamiento y toma de temperatura son otras de las medidas que los equipos directivos están organizando, además de la entrada escalonada al centro... Ah y mascarillas obligatorias a partir de 4º EP. Todo bajo el lema: Normalidad absoluta, presencialidad máxima y seguridad máxima.
Algo que a día de hoy es una simple utopía por la falta de apoyo de la administración pública y de los estamentos competentes, es decir, por su ineptitud. Y ya que a partir de día 2 de septiembre voy a exponerme de forma completa e insegura, me gustaría saber al menos a qué me enfrento.
Según Fernando Simón, se recomienda aulas de entre 15 y 20 alumnos, en nuestro centro a día de hoy eso es inviable... ¿cambiará antes del 10 de septiembre?
¿Qué ocurrirá cuando haya positivos en un centro? ¿Se harán PCR's a los docentes? ¿Se confinará a toda la clase? A día de hoy en Baleares se tarda alrededor de una semana en hacer una prueba, a alguien que ha estado en contacto con un positivo.
Si es así, ¿los padres podrán dejar sus trabajos para quedarse con sus hijos? ¿O acabarán con sus abuelos? Personas de alto riesgo.
¿Tendremos los centros sustitutos o si son personas asintomáticas deberán hacer teletrabajo?
Y si hay algún fallecido, ¿quién se hará responsable? La educación es uno de los pilares de la democracia, ¿pero a cualquier precio?
Y cuando esto ocurra, que ocurrirá, ¿estaremos los docentes protegidos?
Sigo teniendo mis dudas, señora ministra, dudas y miedo. Miedo a que por su ineptitud, su falta de criterio y su menosprecio constante a los profesionales docentes haya muertes a mi alrededor.
No se equivoque señora ministra, yo como docente necesito volver a mi lugar de trabajo, y considero que la educación presencial jamás podrá sustituirse, aunque sí debo reconocer que esta pandemia nos ha demostrado que debe seguir evolucionando. Pero quiero que desde el Gobierno Central con usted como máxima responsable den la importancia que tiene la Educación y no sea de boquilla para ganar unos votos y conceder un gran titular en una entrevista, es decir, vender humo y quitarse responsabilidades cediendo la decisión final a los centros educativos sin dotarles de recursos. Ya nos dejó a todos los docentes con el culo al aire con su decisión allá por el mes de abril.
Me apabullan las dudas... pero espero que en estos días, las reflexiones en las RRSS de muchos docentes como yo, le abran los ojos y haga, por primera vez, bien su trabajo y eso nos permita a los docentes seguir disfrutando de nuestra profesión, la que tanto amamos, y tanto tiempo le dedicamos.
Porque por increíble que le parezca, mientras usted decía:
Nosotros estuvimos tres meses trabajando sin horarios 24/7 para dar respuesta al aprendizaje de nuestros alumnos. Y cuando nos tocaban esas necesarias y extrañas vacaciones, nos las hemos pasado planificando tres escenarios posibles, previendo medidas a adoptar a partir de septiembre y formando y formándonos para afrontar el nuevo curso, bajo el silencio y la incertidumbre de un Gobierno que no se ha tomado enserio la situación, eso sí, con sus mensajes sigue reforzando la idea de que los docentes somos unos vagos, que vivimos muy bien y solo nos quejamos, menuda representante tenemos.
Y no se equivoque, no me etiquete, no vea en este mensaje un argumento político de la oposición. Siento defraudarle al decirle que no me importa, ni su cargo, ni su sueldo, ni su partido político. A mí me preocupan las decisiones que usted toma que afectan directamente a mi trabajo y por ende, en este caso, a mi salud y a la salud de los que me rodean. Así que tómelo como un mensaje de un profesional preocupado por la incertidumbre de la vuelta al cole, porque antes de docente también soy padre y me preocupo por la salud de mi hijo.
Gracias.
PD: No me quería despedir de usted sin comentarle el horror vivido en la concentración masiva en la Plaza Colón de Madrid, para evitar ideas de ese índole hace falta dotar a la población de pensamiento crítico y no de creer la primera tontería que dice un influencer, y para ello, hay que valorar más la figura del profesor que en estos últimos años se ha visto menospreciada.
Recuerde en un país libre y democrático, la Salud y la Educación son sus pilares básicos, porque si un médico puede salvar una vida con su trabajo, un docente es capaz de llegar al corazón de un niño y hacerlo crecer.
Fdo: Un docente preocupado
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